Este vino blanco de marcados aromas a flores y frutas tiene un carácter suave y elegante que remite directamente a las variedades de las que procede, típicas del clima mediterráneo.
Dos vinos de marcados aromas a flores y a frutas. Un blanco y un rosado cuyos carácteres suaves y elegantes remiten directamente a las variedades de las que proceden. Todas ellas típicas del clima mediterráneo o bien adaptadas perfectamente a éste.
Blanc de Blancs 2016
Denominación de origen: Catalunya
Variedades: Macabeu (70%), Garnatxa Blanca (30%).
Crianza: Vino joven.
Nota de cata: Color amarillo pajizo con tonalidades verdosas. Aroma de frutas frescas, con un toque floral. En boca es equilibrado, redondo, amable y muy persistente. Es un vino complejo, largo y envolvente.

Rosé 2016
Este vino rosado de marcados aromas a flores y frutas tiene un carácter suave y elegante que remite directamente a las variedades de las que procede, todas ellas típicas del clima mediterráneo o bien adaptadas perfectamente a éste.
Denominación de origen: Empordà
Variedades: Samsó (48%), Merlot (33%), Cabernet Sauvignon (12%), Garnatxa (4%), Syrah (3%).
Crianza: Vino joven.
Nota de cata: Color rosa frambuesa con ribete violáceo.
Aroma afrutado, especiado y con un fondo floral.
En boca es graso a la vez que fresco y muy envolvente.
Es un vino equilibrado, con una buena entrada en boca, persistente y largo.
