Wineries for climate protection

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Perelada Vinos y Cavas forma parte del Grup Peralada. El holding empresarial de la familia Suqué Mateu hace a través de su fundación un importante esfuerzo de inversión en actuaciones de Responsabilidad Social Corporativa.

Wineries for climate protection

Perelada es una de las siete bodegas promotoras del manifiesto Wineries for Climate Protection que se firmó en junio de 2011 en el Ayuntamiento de Barcelona. La firma de este compromiso, que se enmarcó dentro de una jornada promovida por la Federación Española del Vino, cuenta también con el apoyo de Torres, Freixenet, Codorníu, Vega Sicilia, Matarromera y Chivite. 

A la firma de este acuerdo internacional, que se llevó a cabo con la presencia del enviado de la ONU para el cambio climático, Ricardo Lagos, pueden adherirse todas aquellas empresas, asociaciones, entidades, personalidades, etc., que así lo deseen y que de una forma directa o indirecta estén vinculadas con el sector vitivinícola.

La jornada Wineries For Climate Protection reunió a más de 300 bodegas de las principales zonas vitivinícolas del mundo para reflexionar, debatir e intercambiar conocimientos en la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias. El objetivo fue determinar el impacto del calentamiento global en el sector y tratar las medidas que desde las bodegas se pueden poner en práctica para minimizar sus efectos.

DECLARACIÓN DE BARCELONA - 9 JUNIO DE 2011. WINERIES FOR CLIMATE PROTECTION 

La viña es un cultivo extremadamente sensible a los cambios climáticos. En consecuencia las condiciones de vida de las zonas vinícolas y la calidad de los vinos pueden verse afectadas al aumentar las temperaturas en nuestro planeta. 

Es ya una realidad que, en los últimos cuarenta años, las temperaturas han aumentado 1ºC en las regiones mediterráneas. Y este mismo resultado puede hacerse extensible al conjunto del planeta. Para el siglo XXI las previsiones oscilan desde los 2ºC a los 5ºC de aumento. 

El sector vitivinícola debe mostrarse sensible a este hecho y asumir su parte de responsabilidad. Es importante que las regiones vinícolas, viticultores y bodegueros afronten este reto y se posicionen al frente de un cambio en la gestión de la energía. Se trata fundamentalmente de reducir el consumo y aplicar, de forma racional y progresiva, las energías renovables. 

Este proyecto responsable no debe limitarse a una zona geográfica sino que reclama un esfuerzo global. Las personas relacionadas con la vid y el vino en todo el planeta deben tomar conciencia y comprometerse a reducir las emisiones de gas carbónico (CO2) dentro de su campo de acción. 

La declaración de Barcelona pretende ser el inicio de un movimiento de cooperación que tenga como horizonte la protección del clima y del viñedo, luchando por la conservación de nuestro hábitat, nuestro paisaje, nuestra tradición y nuestra cultura. 

Y pensando, a la vez, en un desarrollo sostenible del bienestar social que no comprometa los recursos y las condiciones de vida de la humanidad. Este esfuerzo responsable podría a ser un precedente para la toma de conciencia de otros sectores del tejido productivo.

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